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domingo, 11 de mayo de 2014
ROOTS
Si nos ponemos sadámicos podríamos pensar al Psicoanálisis como La Madre de Todas las Terapias y, pese a ciertas alergias y reacciones anafilácticas, Freud, claro, sería el padre.
Más de un siglo después, la descendencia ha sido prolífica, resultando todo lo heterogénea y variopinta que uno pueda llegar a imaginarse, pero a diferencia de Kunta Kinte, a menudo por el camino se han perdido las huellas y las trazas del linaje.
Tener conciencia del linaje no implica pleitesía alguna.
Tener conciencia del linaje pudiera parecer heráldica trasnochada o arqueología inútil, pero en realidad tener conciencia del linaje es una forma desapasionada de poder uno reconocerse en su singularidad en medio del bosque trabado.
Reconocer uno su lugar en la trama le destraba, permitiéndole comprender con perspectiva el sentido de su personaje. Reconocerse uno en su personaje es lo que le posibilitará distinguirse de él, propiciándole elegir mejor los papeles en que se jugará su ser persona.
De eso va el psicoanálisis en este carnaval de máscaras. Quedan avisados.
Verano de 2007
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No sé si es un acto consciente o, tratándose de esto, precisamente no lo es, pero el hecho de publicar papeles de hace años tiene un significado...
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